Una avioneta como símbolo de libertad
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Published on Wed, May 19, 2004
Dos años después de su sorpresivo aterrizaje en Cayo Hueso con
ocho desertores a bordo, una desvencijada avioneta Antonov quedará
convertida hoy en singular monumento a la libertad de los cubanos.
Celebra Libertad es el título de la instalación pictórica que el
artista cubanoamericano Xavier Cortada inaugura oficialmente esta noche en
The Elizabeth Virrick Hangar, ubicado en el 2600 South Bayshore Drive de
Coconut Grove. La exhibición estará abierta al público a partir del jueves
20 de mayo, fecha conmemorativa de la independencia de Cuba hace 102 años.
Cortada ha dedicado la última semana a pintar el lado izquierdo de la
avioneta con figuraciones expresionistas, que manifiestan disímiles
sentimientos en el exilio, desde la alegría a la rabia. El otro lado ha
quedado intacto como símbolo de un país material y espiritualmente
destrozado.
''Aunque no hemos podido regresar a nuestra tierra, hemos creado y
afincado una comunidad exitosa'', comentó el pintor, nacido en Nueva York
en 1964. ``Aquí están recreadas las raíces echadas en el destierro, y las
bocas que expresan tristeza, satisfacción, y que gritan el dolor que
permanece, pero todos en libertad''.
Alrededor de la avioneta estarán colocadas 45 maletas pintadas, que
representan los años del régimen de Fidel Castro. Dentro de ellas serán
guardadas cartas de los exiliados contando su experiencia personal en la
diáspora.
''Quisimos capturar las voces de toda la comunidad exiliada con el
propósito de que sus sacrificios no sean olvidados y sirvan de legado a
las futuras generaciones de cubanos'', enfatizó el artista. ``Pero también
para educar a un mundo que todavía no ha despertado ante la tragedia de
nuestro país''.
Además, habrá situada una maleta blanca, donde podrán introducir sus
testimonios escritos los cubanoamericanos nacidos fuera de la isla, así
como representantes de otras nacionalidades que han escapado de regímenes
totalitarios.
Las cartas podrán ser enviadas por correo o la internet, o depositadas
en el lugar hasta el 23 de mayo, fecha final de la exhibición. Más tarde
la instalación pasará a una entidad cultural aún no determinada,
posiblemente el prestigioso Instituto Smithsonian de Washington.
La historia de la avioneta AN-2 se remonta al 11 de noviembre del 2002,
cuando el piloto Nemecio Carlos Alonso Guerra y siete de sus familiares
escaparon desde Pinar del Río rumbo a Estados Unidos. De inmediato, la
cubanoamericana Ana Margarita Martínez interpuso un recurso legal para
incautarla como pago parcial de los $27 millones que le concedió un
tribunal estadounidense al considerarla víctima del régimen castrista.
Martínez, quien fuera esposa del espía Juan Pablo Roque, recibió la
avioneta como compensación y luego la vendió ''por una cifra simbólica'' a
su abogado, Scott Leeds, de la firma Leeds, Colby & Paros.
''Este es un proyecto de amor'', comentó Martínez, que llegó al exilio
el 11 de noviembre de 1966. ``Resulta maravilloso que la reclamación ante
un repugnante acto de traición [un matrimonio fraudulento] termine
transformada en un objeto que será historia y cultura''.
El bufete de Leeds ha recibido cientos de cartas desde que los
promotores de la iniciativa exhortaran a la comunidad exiliada a formar
parte activa de la exhibición.
''En contacto con los exiliados cubanos, he conocido profundamente la
tragedia de un pueblo'', relató Leeds. ``Este será un proyecto para
hablarle al mundo sobre algo que no es historia, sino la realidad de hoy
en las cárceles de la isla''.
Cortada decidió colgar del lado derecho del avión las brochas usadas en
la pintura de la avioneta CU-C1086. Según explica, en un futuro ``los
cubanos podrán terminar con sus propias manos la obra inconclusa''.
''Los cubanos vinieron sólo con maletas y esperanzas'', aseveró
Cortada.
Para más información sobre el proyecto pueden consultar la página
electrónica www.cortada.com