En sus palabras:

Para mi es difícil describir mi trabajo en el idioma formal de la crítica. Sencillamente, mis cuadros son expresiones muy personales que reflejan mis intereses, preocupaciones y pasiones del momento. Pero si me lo exigen, explicaría que mi estilo mezcla el expresionismo con el cubismo, con algunos rasgos surrealistas. Trabajo principalmete con acrílico sobre lienzo, aunque también trabajo con otros medios, del collage al mural en geso. Del expresionismo viene mi estilo y el sentido de narrativa, mientras que la línea negra delineante y la forma en que se quiebran los espacios son del cubismo. Lo surreal, una estética que había eliminado, reaparece en mi más reciente trabajo. En mi paleta predominan los colores primarios, aunque recientemente influencias más contemporáneas (como del inglés Francis Bacon y los colores nausebundos) están estirando esa característica básica de mi trabajo.

Sin duda las influencias más visibles en mi trabajo son las de Pablo Picasso, Francis Bacon (en lo más reciente), y la de mi padre Carlos Cortada. No estoy seguro, pero creo que mi primera experiencia con la pintura la tuve a los 7 años. Observando a mi papa, ayudándolo con las brochas, escuchando sus explicaciones. A través de él conocí a Picasso, el expresionismo aleman, al igual que de los pintores cubanos de la vanguardia. Estos son pintores cubanos casi todos activos durante el período 1927-1950: Victor Manuel, Eduardo Abela, Carlos Enríquez, Amelia Peláez, y Wilfredo Lam. al inicio, estas influencias me llegan a través de las influencias de éstos en la obra de mi padre, y más tarde, por medio del exposiciones, monografías, y libros. Victor Manuel estimuló mi la mirada del retrato, mientras que de Abela nace lo espiritual y mi interés en formas naturales. Los colores son de Peláez al principio, y de Carlos Enríquez más tarde. Lam con su sincretismo afro-cubano hervido y colado por el arte moderno de Paris me indicó el camino de la síntesis de elementos culturales a primera vista incompatibles.

La influencia importante de otros pintores cubanos y latinoamericanos se hace más evidente en la pintura más reciente. Los muralistas mexicanos con sus temas fuertes me ayudaron combinar la integridad artística con el mensaje social. Una influencia interesante es la de los cubanos que se rebelaron contra el tropicalismo modernista de la vanguardia cubana a través de la abstracción y una segunda vuelta por el cubismo, e.g. la obra del grupo llamado ALos once@. El surrealismo criollo de mi padre también ha renovado recientemente su influencia en mis cuadros.

Mis expericncias como hijo nacido en EEUU de padres cubanos exiliados, de mi niñez en Miami, y de mis experiencias viajando por el mundo también son imprescindibles. Mi visita a Perú el año pasado tuvo una gran influencia en mi trabajo que aún está emergiendo.

La influencia del arte religioso es evidente. En parte, no sorprende por razón de la educación católica que recibí en Miami. He pintado tres crucificiones, un par de "madonas" y tengo dibujado planes para las estaciones de la cruz. La mortalidad, lo efímero, lo trágico se mezcla con el sentido del humor.